Mafalda
se publicó por primera vez el 29 de septiembre 1964 en el semanario “Primera
Plana” de Buenos Aires, si bien se dice que su nacimiento sucede el 15 de marzo de 1963, cuando a
Quino le encargan una tira con el objetivo de publicitar el lanzamiento de una
marca de electrodomésticos llamada Mansfield.
El exótico nombre
de la niña de pelo negro que odia la sopa, surgió de la versión cinematográfica
de la novela “Dar la cara”, de David Viñas; en la que una bebé dentro de un
moisés se llama Mafalda, nombre que Quino adoptó porque le pareció alegre.
Dejando en
evidencia los estereotipos y la falta de sentido del razonamiento del mundo
entero, del capitalismo y las guerras, su
éxito en Argentina agotaba los tirajes de sus publicaciones.
En 1969, en Italia se edita el primer libro “Mafalda la Contestataria”, con la presentación de Umberto Eco como director de la colección. Con el tiempo, Mafalda ha sido traducida a 26 idiomas.
Quino dejó de
dibujarla en 1973, sin embargo, sus libros se continúan reimprimiendo y sigue
siendo elegida por la vigencia de su mirada y su razonamiento cuestionador a
través del mejor de los humores.
Feminismo
singular
La visión
humorística del mundo de la irreverente niña es además feminista. A más de 50
años de su nacimiento, las viñetas del genial Quino adquieren hoy una fuerza
extraordinaria y nos ayudan a tomar conciencia del camino recorrido y por
recorrer para conseguir la igualdad de género.
"Mafalda, femenino
singular", es una edición que compila las viñetas feministas de esta niña que a sus
seis años reivindica la curiosidad, la educación, el espíritu crítico y el
papel de la mujer en el mundo, y que no está dispuesta a convertirse en un ama
de casa de clase media dedicada a los quehaceres domésticos.