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Desde tiempos muy remotos las mujeres hemos sido quienes celebramos rituales para honrar los distintos aspectos y acontecimientos de nuestra vida. La pérdida de aquellas ceremonias ha dejado huérfano al mundo occidental del sentido sagrado de la existencia y nos ha conducido a donde hemos llegado hoy: un planeta amenazado por la falta de conciencia ambiental, las crisis económicas y sociales, las enfermedades desconocidas y la guerra.
Pero afortunadamente este es también un momento en el cual tenemos la gran oportunidad de cambiar y sanarnos, de tomar conciencia de nuestra responsabilidad y recuperar nuestra “soberanía” para poder crear la clase de vida que realmente merecemos vivir.
Aquellas mujeres, nuestras ancestras, estaban en contacto directo con la fuente de la sabiduría, que era la misma fuente de la que procedía la vida y a la cual llamaban la “Diosa”. Hoy, todo aquel antiguo conocimiento está volviendo a surgir y está al alcance de todas aquellas personas que sienten en su corazón la necesidad definitiva de transformar los antiguos patrones que no nos permiten manifestar nuestra esencia divina.
Los rituales nos sirven para volver a vivir alineadxs con los ritmos de la naturaleza, con una mayor conciencia de comunidad.
Ritual es la forma y estructura que permite a tu espíritu volar con libertad. Ritual es el lugar seguro que creas para poder abrirte hacia las partes más profundas de tu ser. Ritual es la magia que haces para ti misma, tu círculo de seres queridos, tu comunidad. Ritual es juego.
El ritual es transformador. Comienzas el ritual en un estado de conciencia y lo terminas en otro. Este cambio de conciencia puede ser mayor o menor. El ritual grupal, para ser transformador, debe involucrar a todos los participantes de un modo activo. Un ritual efectivo te transformará, uno inefectivo te aburrirá.
El ritual contribuye a tu integridad, permitiendo seguridad suficiente y libertad para que todas tus partes se expresen. El ritual contribuye a tu integridad, permitiéndote zambullirte en terreno sagrado.
Los rituales nos permiten jugar y crear una manera propia de celebrar la vida.Un buen ritual debe tener los siguientes ingredientes:
Conversación: te ayuda a determinar dónde estás parada en tu vida. No puedes ir a ninguna parte, a menos que sepas dónde estás. Nada puede cambiar a menos que aceptes tu realidad. Poner nombre a una cosa, la hace tangible. Lo que es tangible puede luego ser transformado.
Viaje: te permite alcanzar lo inconsciente. La visualización facilita tu transformación, usando técnicas imaginativas para llegar al corazón de tu inconsciente.
Danza, canto y tambores: esto te permite mover la energía que necesitas transformar en un nivel físico, celular. Luego de trabajar con tu ser consciente a través de la conversación, y del inconsciente, a través de la visualización, necesitas trabajar con tu cuerpo físico. Cuanto más envuelvas a tu ser completo en el proceso, más profundo será el nivel de transformación. demás, es muy divertido bailar, tocar tambores y cantar!
No hay manera equivocada o correcta de hacer un ritual. Algunos elementos comunes en los rituales modernos son:
- Crear (“sellar”) un círculo, visualizándolo alrededor o caminando sobre el perímetro donde el ritual será representado.
- Encender incienso o untarnos con aceites para clarificar el espacio.
- Llamar a las Diosas, a los elementos y espíritus de cada dirección para crear el espacio sagrado, el espacio entre los mundos.
- Elevar la energía, danzando, tocando tambores, cantando o a través del viaje chamánico.
- Enviar la energía elevada hacia el objetivo que queremos lograr.
- Despedir y dar gracias a los elementos, direcciones, Diosas y espíritus (“abrir” el círculo).
En un ritual, el círculo es formado para crear un espacio sagrado en el cual trabajar confortable y seguramente. El círculo sella la poderosa y positiva energía del ritual y deja afuera energías indeseadas o intrusivas. Llamar, invocar o convocar algo (los elementos o direcciones, la Diosas, etc.) significa invitarlas a estar presentes. Ayuda además a definir y sostener el espacio sagrado, haciendo de tu espacio o círculo un contenedor seguro en el cual trabajar. Todo debe hacerse con respecto, honor y amor. La gratitud es importante. Una relación amorosa y respetuosa con la Diosa y otras fuerzas y energías aseguran que ellas continuarán trabajando contigo.
Otra parte muy importante del ritual es divertirse. Date permiso para crear el mayor placer para ti en tus rituales. El ritual es un lugar seguro para conectarte con el juego, el placer y el éxtasis. No necesitas ninguna herramienta, pero si las tienes, ellas te permiten jugar más y conectarte con las partes mágicas de ti misma.
La libertad es también importante. Los rituales sugeridos en este curso están creados para trabajar con y transformar la energía de cada Diosa. Muchos de ellos están presentados bajo la forma de viajes. Un viaje es un estado de relajación profunda, un estado alterado de conciencia. Difiere de la meditación en que estos están enfocados no en la respiración, la luz o un mantra sino en experimentar una realidad alternativa como es el "Otro Mundo" o el Submundo" o alguna otra realidad creativa. Hay muchas maneras de viajar. Puedes hacerlo kinéticamente (a través de tu cuerpo) o puedes hacerlo visualmente, viendo cada cosa de un modo pictórico. Puedes viajar con sonido, con tus sentidos o con tus sentimientos. Y puedes viajar en un camino que solo es conocido por ti. Sea lo que fuera que elijas, confía en que será el mejor camino para ti. Recorre el camino, sabiendo que obtendrás lo que necesitas.
Fuente: El Oráculo de La Diosa, Amy Marashinsky
Diosas en tu Vida Cotidiana, Sandra Román
El Poder Mágico de las Mujeres, Z. Budapest
Sandra Román: losrostrosdeladiosa@gmail.com
Instagram: @SandraRoman2020
Youtube: https://www.youtube.com/c/SandraRomán
Sitio Web: www.sandra-roman.com
